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01 noviembre, 2010

Laya Chintana: La absorción


Laya Chintana es un método vedántico de involución o de absorción. En este sistema el efecto es absorbido en la causa. Toda causa es efecto de su causa precedente, quien, a su vez, lo es de otra, y así sucesivamente. Existen tres caminos en este método. 

En el primero uno se concentra en sumergirse en la comprensión, Buddhi, la cual se funde después en el universo inmanifestado, aviaktam,  ese estado en el que las tres cualidades (sattva o pureza, rayas o actividad, tamas o inercia) están en equilibrio. Finalmente, aviaktam se funde en el Brahman Supremo e Imperecedero. 


En el segundo sistema los elementos del mundo se funden entre sí, comenzando por los más densos y continuando hacia los más sutiles. Es el proceso opuesto a la formación de la tierra, donde un torbellino de masa gaseosa fue enfriándose y condensándose gradualmente hasta convertirse en un planeta sólido. El punto focal está en la manifestación de los cinco elementos tradicionales: tierra, agua, fuego, aire y éter. La tierra se funde en su causa, el agua; el agua se funde en su causa, el fuego; el aire, que es la causa del fuego, absorbe a éste y, a su vez, es absorbido en el éter. El éter es absorbido en lo inmanifestado, aviaktam, y eso, finalmente, se funde con Brahman. 


En el tercer camino el microcosmos se funde con el macrocosmos. El individuo se funde con el universo; en otras palabras, el jiva, alma individual, se funde con Brahman. De esta forma, todos los atributos externos son gradualmente absorbidos en su fuente.

Todas las cualidades del universo están también presentes en el cuerpo humano. Un átomo es una réplica exacta de un sistema solar, con electrones girando alrededor de un núcleo, igual que los planetas giran alrededor del sol. El átomo es un microcosmos y todo lo que ocurre en el microcosmos del cuerpo humano, ocurre también en la tierra y en el universo. La creación y la destrucción cósmicas individuales están teniendo lugar en todo momento. En vez de identificarse con el ser individual, que no es más que una diminuta fracción del esquema universal, uno puede identificarse con el cosmos, que es materia en su estado más sutil. Antes de que el cielo y la tierra existieran, había moléculas de gas, y éstas, antes de evolucionar hasta el estado molecular, existían en un estado etérico de energía potencial.



Un análisis profundo de estos elementos que tomamos como algo común, le llena a uno de asombro, al comprobar la sabiduría de la Inteligancia Cósmica. El agua, por ejemplo, se compone de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Cuando el hidrógeno, por sí solo, entra en contacto con el fuego, reacciona, produciendo una tremenda explosión. El oxígeno reacciona con el fuego haciéndole quemar más vorazmente. Sin embargo, cuando ambos se combinan en forma de agua, apagan el fuego y enfrían el cuerpo. ¿Cuál es la fuente de esta ingeniería química tan intrincada? Solamente un poder inteligente puede ser capaz de tal creación.

Meditación y Mantras
Swami Vishnu Devananda

29 mayo, 2010

Abheda Bodha Vakia: La Eliminación del Nombre y la Forma


Este método reconoce que todos los seres sensibles y objetos insensibles del universo tienen cinco componentes: nombre, forma, existencia, conciencia y dicha (bienaventuranza). Todas las cosas, bien sean animadas, vegetales o minerales, poseen estos atributos, pero son el nombre y la forma los que establecen las diferencias aparentes y separan unas cosas de otras. El nombre y la forma son ilusorios e impermanentes, mientras que la existencia, la conciencia y la bienaventuranza son permanentes. La materia es la manifestación visible del espíritu y es inseparable de éste, pero, a través de la técnica meditativa de Abheda Bhoda Vakia, el nombre y la forma pueden ser descartados. Unicamente el hombre posee el vehículo para llegar a comprender que lo que queda es Existencia-Conciencia-Bienaventuranza, o Sat-Chit-Ananda, el "Yo" eterno que permanece a través de los innumerables cambios del nombre y la forma.


Cuando alguna parte del cuerpo, como los ojos, el corazón, los riñones o el hígado, se deteriora, puede reemplazarse por un órgano similar de otros seres. ¿Qué ocurre entonces con la identidad del cuerpo? ¿Y con la identidad del individuo? La conciencia del "Yo" permanece inalterable y no puede ser extraída de nada animado o inanimado. Un árbol puede ser destruido para convertirse en una silla, o una pieza de oro puede transformarse en un anillo, pero en ambos casos no ha cambiado más que el nombre y la forma. Identificándose con la esencia subyacente y sin atributos de todos los objetos del universo, se alcanza el estado final de la meditación. 

-Swami Vishnu Devananda
"Meditación y Mantras"

25 mayo, 2010

Sakshi Bhav: La Actitud del Testigo



En el sistema Sakshi Bhav se observa la vida como si se estuviera presenciando una película, sin identificarse con ella. Ante cualquier situación en la que el aspirante pudiera encontrarse, su reacción será: "Yo no formo parte de esto; me limito a observar lo que sucede". Esta actitud fomenta la introspección y permite una estrecha observación de las ondas mentales. A la mente no le gusta ser observada y pronto reduce sus actividades, aunque no lo hará sin ofrecer resistencia. Tratará de engañar de mil maneras distintas y de persuadirle a uno de que deje de observarla. La mente humana es una fuerza tan poderosa que es capaz de arrastrar la atención consigo a dondequiera que vaya, a menos que se ejerza sobre ella una cuidadosa vigilancia. En muchas, en muchísimas ocasiones conseguirá, a pesar de todo, apartar la atención de su centro de enfoque. Es preciso, en esos casos, observar los hechos con paciencia y, después, firmemente, retornar a la actitud del testigo, teniendo la precaución de no luchar contra la mente, sino, simplemente, guiarla con tacto. Repitiendo OM Sakshi Aham -Soy el testigo de todas mis acciones- y desasociándose continuamente de estas acciones, el ego individual terminará por desvanecerse.

-Swami Vishnu Devananda
"Meditación y Mantras"   

24 mayo, 2010

Neti, Neti: esto no, esto no


A lo largo de toda la filosofía Vedanta se afirma que el Ser es un objeto que ha de obtenerse. Un objeto externo puede obtenerse, pero el Ser no lo es. Más contradictorio aún, ¿cómo puede alguien obtener lo que ya tiene? Una senda Vedántica hacia la Realización es la negación "neti, neti", que significa "esto no, esto no".  Todo lo que puede conocerse se experimenta a través de los sentidos y de la mente y por lo tanto no puede ser el Brahman, quien carece de todo atributo. Tras la negación de los componentes no queda más que el SER. Así como la idea de la serpiente es negada por la cuerda cuando se hace la luz, el no-Ser es también negado por el Ser, que existe eternamente.




Neti, Neti, que significa "esto no, esto no", es el método de análisis vedántico por medio de la negación. Es la clave de la interrogación vedántica. Es un medio de aproximación. Descubriendo cómo no es un sujeto particular, uno se aproxima a la comprensión de cómo es en realidad ese sujeto. A través de este proceso de negación, uno se acerca a la comprensión de la auténtica felicidad, dándose cuenta de que ésta no se encuentra en las riquezas, ni en el poder, ni en la fama, ni en ningún otro objeto de carácter mundano. Negando todo lo que puede ser conocido por medio de los sentidos, se agotan las modificaciones mentales y se llega a una respuesta interior; si bien es necesaria, finalmente, una experiencia directa, ya que no se trata de una simple comprensión intelectual. Cuando las fuentes intelectuales han sido completamente absorbidas, el 99,99 % del objetivo ha sido logrado. El 100 % lo constituye la realización directa e intuitiva.




Un hombre no es ni su casa, ni es su trabajo, ya que éstos están sujetos a cambios, mientras que el hombre permanece el mismo. Resulta inútil identificarse con el vestido o con el estilo de peinado; sin embargo, todo el mundo se ve sometido a esta forma de ilusión alguna vez. El Ser, que es nuestra naturaleza esencial, no es ni el cuerpo ni los sentidos, ya que éstos no son más que meras cualidades externas del Ser. El Ñani niega su identificación con todas las cosas de este mundo, a excepción del Atman. Niega a la mente diciendo: "Yo no soy estos deseos", "yo no soy estos temores", "yo no soy esta personalidad" y así hasta negar todas las cosas y experiencias mundanas. Finalmente, transciende estas experiencias, ya que, al haber sido todas negadas, lo único que queda es el Ser.




En este tipo de meditación se alcanza la unión con lo Absoluto mediante la negación del cuerpo, de la mente, del nombre, de la forma, del intelecto, de los sentidos y de todos los atributos que limitan. Permanece el verdadero "Yo", que es Sat-Chit-Ananda, o Existencia, Conciencia y Dicha Absolutos. Medita con plena concentración, recuperando la atención cada vez que se escape hacia lo externo. Lo externo no es el Atman. Tras algún tiempo, la mente se tranquilizará y descansará en un estado de dicha sin pensamientos y sin movimiento.



-Swami Vishnu Devananda
"Meditación y Mantras"
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