¡Encarnaciones del Amor Divino! Lo que aparece ante los ojos, lo que llega a los oídos, lo que ocurre en la mente, lo que se mueve en el corazón: todo esto es capaz de engañar a una persona. El cosmos entero es una expresión de la combinación de Drisya (lo visto) y Drashta (el que ve). Brahmán (el Absoluto) es el que ve. La creación es una manifestación de la unión de 'el que ve' y 'lo visto'.
“Swavimarso mokshah” (La indagación acerca del Ser conduce a la Liberación). Todas las escrituras prescriben: “Conócete a ti mismo”.
En el mundo, cuando alguien se presenta, declara: “Yo soy Ranga”, “Yo soy Linga”, “Yo soy Rama”, y demás. Hasta los animales y las aves usan el término “Yo” en sus propios respectivos idiomas para indicar lo que son: un zorro o un perro, un leopardo o un tigre, un águila o un loro. “Yo” corre como un hilo continuo en una guirnalda en todos los seres, cualesquiera que sean sus nombres o formas. Por lo tanto, cada hombre tiene que reconocer el significado de este término ubicuo “Yo”. Desafortunadamente, el hombre se está volviendo víctima de innumerables dificultades, al identificar a este “Yo” con el cuerpo.
“Yo no soy esto”, declara el Sruti
El Sruti (Veda) declara: “Aham etat na” (Yo no soy esto). El Sruti enseña en esta declaración que el “Yo” es diferente de la forma. El Sruti también enseña la profunda verdad acerca de Sat-Chit-Ananda (Ser-Conciencia-Bienaventuranza).
En la declaración “Yo no soy esto”, hay tres términos distintos:
“Yo”, “no soy” y “esto”. ¿Qué es el “Yo”? Según los Vedas, el “Yo” ha sido descrito con diversos nombres: Atma, Brahmán, Paramatma, Pratyagatma, y similares. Se ha de notar que este “Yo” está presente en cada hombre, como Vaisvanara. En la forma de Vaisvanara, el principio del “Yo” digiere el alimento ingerido por una persona y, convirtiéndolo en sangre, lo hace circular hacia cada parte del cuerpo. Así, en el Gita, Krishna declaró:
“Aham Vaisvanaro Bhutva praninam dehamasritah: Pranapana Samayuktah Pachamyanam chaturvidham” (Adoptando la forma de Vaisvanara, Yo entro en los cuerpos de todos los seres vivientes y, mediante los aires vitales de Prana y Apana, consumo los cuatro tipos de alimento). “Yo estoy presente como Vaisvanara en cada ser humano”, declara el Señor.
El significado del término Paramatma es que Él es Aquel que trasciende los sentidos de acción y percepción, la mente, el intelecto, la voluntad y Ahamkara (el ego). El Principio de Paramatma es visualizado como Brahmán (el Absoluto Supremo). Brahmán lo penetra todo. El principio del “Yo” está presente en cada ser humano. Este “Yo” omnipresente es Brahmán. Por lo tanto, “Yo” es una manifestación de Brahmán.
“El que ve” y “lo visto” son diferentes
Luego, está el término “Esto”. “Esto” implica e indica a cada objeto en el universo fenoménico. “Esto es un micrófono”, “Esto es un vaso”, “Esto es una tela”, “Esto es un ventilador”: “Esto” es usado cuando se hace referencia al sol, la luna, una colina o un valle. El significado interno del uso del término “Esto” es que se refiere a todo lo que puede ser percibido. Si no se hace una referencia precisa mediante el uso de “Esto”, surgirá la pregunta de a qué se está refiriendo uno cuando usa una palabra como “tela”. Al declarar que “Esto es una tela”, el objeto preciso es indicado. Así, en todos los objetos, “Esto” se halla presente como una cualidad omnipenetrante. “Esto” es Drisya (lo visto).
“Yo” es Drashta (El que ve). De eso se desprende que “El que ve” no es “lo visto”. “Yo no soy el cuerpo; ésa es mi vestidura. Así como veo otras cosas, también estoy viendo mi cuerpo”.
Así es como uno debe reconocer la distinción entre el que ve y lo visto. Si se comprende esta lógica, ¿no es un signo de ignorancia identificar al cuerpo con el “Yo”? El cuerpo es como otros objetos percibidos. Por eso, identificar al cuerpo con el propio Ser es absurdo.
En los estados de sueño, sueño profundo y Samadhi, uno no es consciente del cuerpo. Por lo tanto, ustedes no son el cuerpo. Son el Drashta (el que ve).
En esta vasta creación, con sus innumerables formas y nombres, hay un principio básico que los sostiene a todos. Todo ha emergido de este principio básico. Nada puede ser instalado sin una base.
Con el oro se hacen una variedad de ornamentos. Los ornamentos pueden variar en nombre y forma, pero su sustancia básica es la misma: el oro. El oro permanece aun cuando las joyas son fundidas. El metal amarillo en sí permanece inmutable.
Del mismo modo, para el mundo de la percepción (con sus innumerables nombres y formas), drisya (lo visto), drashta (el que ve, el principio del “Yo”) es adhishtanam (la base). Por lo tanto, el término comúnmente usado “Yo” (nenu en telugu) no debe ser interpretado en un sentido superficial. “Yo soy el Atma”. Sólo cuando el hombre reconozca esta verdad básica, podrá superar las dificultades que encuentra en el mundo fenoménico y experimentar verdadera Ananda (bienaventuranza). Las innumerables formas no pueden ser percibidas sin alguien que las perciba. Por lo tanto, la verdad básica que subyace en todas las formas es la existencia del que percibe (el “Yo”).
El primer sonido que emana de cada ser humano y de todos los seres es “Yo”. “Yo” es anterior al Pranava (Om). Sin embargo, sólo debido a que el “Yo” es de uso común y es parte de la experiencia diaria de cada uno, tiende a ser tratado como un cliché común. Debido a esta tendencia, el hombre se vuelve víctima de innumerables problemas y dificultades.
El actor y el papel que desempeña en el escenario
Deben recordar que la divinidad en el hombre no es divisible o separable. Por ejemplo, tomen el caso de un actor llamado Rama que hacía el papel de Hiranyakasipu. Cuando apareció en el escenario, el director le preguntó: “¿Quién eres?”. En su papel de Hiranyakasipu, él no pensó en su nombre original, Rama. Con voz estentórea, respondió: “-¿No sabes que soy Hiranyakasipu, el todopoderoso y universalmente temido monarca del mundo? -¿No sabes que he dominado mis sentidos y lo controlo todo en el mundo?”. Contestó de este modo jactancioso.
El actor era Rama. El papel que estaba desempeñando era el de Hiranyakasipu. La misma persona desempeñaba dos papeles: el de Rama y el de Hiranyakasipu. El jiva (individuo) está en el cuerpo, lo Divino está en hridaya (el corazón). Ambos actúan juntos y se separan.
Hay un titiritero supremo que dirige el teatro de títeres usando a los individuos como muñecos.
Lo Divino omnipenetrante está presente en cada ser
El actor Rama en el papel de Hiranyakasipu en el escenario es reconocido por el público sólo como Hirankayasipu. Del mismo modo, todos los seres humanos con sus diferentes nombres y formas están desempeñando diferentes papeles en el escenario de la vida. Sin embargo, el principio único que mora en el interior de todos ellos es el Atma. Olvidando esta verdad básica sobre la divinidad inherente al hombre, creyendo en las diversas formas y vestimentas usadas por los seres humanos, los hombres se enredan en numerosas dificultades.
Cuando descubran quién es la persona que se ha puesto la vestimenta para cierto papel, descubrirán la naturaleza transitoria del papel. Lo Divino omnipenetrante está presente en cada hombre. Cuando uno se vuelve consciente de lo Divino dentro de sí, se vuelve la Divinidad misma: “Brahmavid Brahmaiva bhavati”. “Brahmavidyat apnoti Param” (A través del conocimiento de Brahmán, uno alcanza al Supremo). “Tarati Atmavit sokam” (El conocedor del Atma supera el pesar). “Neha nanasti kinchit” (No hay multiplicidad aquí). Sólo existe el Uno. “Ekameva Advitiyam” (Hay sólo Uno sin segundo). Éstas son las verdades declaradas por los Vedas. Como el hombre ha pasado por alto estas verdades Védicas, olvida su verdadera naturaleza divina.
El hombre debe esforzarse por conocer aquello mediante cuyo conocimiento todo lo demás es conocido. Por ejemplo, si se conoce la naturaleza de la arcilla, puede conocerse todo acerca de los objetos hechos con arcilla. La arcilla está presente en una vasija de barro, pero la vasija de barro no está en la arcilla. La vasija es un producto artificial. Del mismo modo, lo que es drisya (percibido) está en el drashta (el que percibe), pero el que percibe no está en lo que es percibido.
Diferentes nombres para el “Yo” en diferentes estados
Reconozcan el hecho de que ustedes son los que ven. Este drashta (el que ve) es conocido por muchos nombres. En el estado de vigilia, Él es el conocedor en todos los seres, y por eso se lo llama Virata Svarupa (la Persona Cósmica). Como se dedica a una variedad de actividades, también se lo denomina Vyavaharika. Debido al apego hacia cada objeto en el mundo, también se lo llama Visvam.
En el estado de sueño, el “Yo” también es conocido por diferentes nombres. Él es conocido como el creador de los sueños.
Como sólo la mente funciona en este estado, se lo conoce como Pratyagatma. Además, como está procurando alcanzar un estado más elevado mediante un proceso de indagación y cuestionamiento, también se lo denomina Chtta-ekagratah (el que indaga en una sola dirección).
En el estado de sueño profundo, debido a la potencia del Antahkarana (el Motivador Interno), el “Yo” puede comprenderlo todo y por eso se lo llama Taijasah o Prajña. Aunque el universo está lleno de innumerables objetos, con diferentes formas y nombres, lo único que está presente en todos ellos es el “Yo”. El principio del “Yo” es omnipresente.
Comprendan el significado interno del “Yo”
Aham es el primer sonido que emana de todos por igual. Cuando llaman a alguien por su nombre –Rama, Krishna o Vijay– la respuesta es “Yo”. Esta expresión común que emana de todos por igual es el Atma. No se puede encontrar a ningún ser humano o animal sin la conciencia del “Yo”. La expresión “Yo” es usada por un yogi o un bhogi (un amante del placer), por un mendigo o un millonario.
Cada hombre tiene que comprender el significado interno del “Yo”. El hombre usa las expresiones: “Éste es mi cuerpo; ésta es mi casa”, y demás. ¿Pero quiénes son ustedes? Sin saber quiénes son, ¿cómo han surgido estas relaciones? Cuando dicen “Mi cuerpo”, el cuerpo debe ser diferente de ustedes. De eso se desprende que ustedes no son el cuerpo. El cuerpo es drisya (un objeto de percepción). Los sentidos, la mente, chitta y Antakharana son todos drisya (lo visto). El “Yo” es el que ve. Ésta es la verdad proclamada por el Vedanta.
¿Qué es el Vedanta? No es pronunciar fórmulas mágicas, usando palabras abstrusas sin conocer su significado. La Conciencia consiste en reconocer el propio Ser verdadero. No lograr reconocer el propio Ser es ignorancia. La Conciencia es Brahmán. Considerar al mundo como separado de Brahmán es ignorancia. Estar despierto en todos los estados de conciencia es “Conciencia Absoluta”. Éste es el verdadero significado de Conciencia.
El Vedanta ha declarado que la Conciencia Integrada Constante en todos los estados es realización del Ser. La sabiduría de que “Yo soy el Atma” debe florecer en cada ser humano.
En el estado de vigilia, la conciencia del “Yo” está presente en su plenitud. En el estado de sueño, está presente sólo en un cincuenta por ciento. En el estado de Sushupti (de sueño profundo) está presente en su forma sutil completa. Los hombres no deberían dejarse llevar por los papeles temporarios que desempeñan en la vida, como el actor en el papel de Hiranyakasipu en el escenario. Deben tomar conciencia de su verdadera condición de ser humano.
El egoísmo, el orgullo, la ignorancia, la difamación y otras malas cualidades son la causa del pesar del hombre.
Renuncien al egoísmo y al egocentrismo
¡Encarnaciones del Atma Divina! Reconozcan esta verdad esencial: renuncien a su egoísmo y egocentrismo. ¿Por cuánto tiempo pueden estar inmersos en intereses egoístas, olvidando otras cosas esenciales? Tendrán que renunciar a todas las cosas tarde o temprano, incluyendo a jagat (el mundo). La palabra “Ja-gat” misma significa aquello que viene y se va. Considerar estas cosas efímeras como permanentes es un signo de ignorancia.
Ustedes son la verdad. El papel asumido por ustedes no es la verdad. Ni sus actuaciones ni sus experiencias son verdaderas. Son ilusorias. Sólo cuando uno se libra de la ilusión de considerar lo temporal como permanente puede experimentar a Brahmán.
~Sri Sathya Sai Baba (26/07/1991)
Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 24 cap. 21
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