¡Encarnaciones del Amor Divino! Mientras dura un sueño, todo
lo que se experimenta, se oye o se ve en él parece real. Del mismo modo, en
samsara (la existencia mundana), que está llena de gustos y aversiones, todo
parece real hasta que alborea Jnana (la sabiduría). Cuando uno alcanza el
estado de Realización Suprema, todo lo que ocurre en el mundo semeja un sueño.
El cuerpo humano está compuesto de cinco elementos básicos:
Pritvi, Apa, Agni, Vayu y Akasa (tierra, agua, fuego, aire y
espacio). Los cinco se combinan de un modo ordenado. El cuerpo humano es
descrito como Bhautika Sarira (el cuerpo físico).
Establece todo tipo de relaciones con el mundo. Esto puede
describirse como “Panchikaranam” (la vinculación de los cinco componentes). En
el cuerpo, todos los órganos sensoriales están activos en el estado de vigilia.
El cuerpo es la morada del placer y el dolor. Tiene tres
formas:
Stula (denso), Sukshma (sutil) y Karana (causal). El cuerpo
físico denso es Annamaya (impregnado por el alimento). Es inerte. Se lo puede
comparar con un instrumento. Lo que se ve es sólo el cuerpo físico. Creyendo
que éste es real y permanente, el hombre tiende a olvidar al omnipenetrante y
eterno principio Átmico.
Los cinco pranas (aires vitales), la mente, el intelecto y
los diez órganos sensoriales (de percepción y de acción) constituyen el
sukshma-sarira (cuerpo sutil). Éste funciona en el estado de sueño, donde el
individuo está orientado hacia adentro. En él, el hombre crea para sí un mundo
nuevo. El sueño mismo es la prueba de su realidad. Está autoconstituido y no
tiene relación con lo externo. En el estado de sueño, todo es creado por la
mente: las formas, los sonidos y el gusto, los cuales se experimentan sin
ninguna base física que los sustente. Toda esta experiencia está limitada al
individuo en cuestión. Si, por ejemplo, diez personas duermen en una
habitación, el sueño de cada persona es único para cada una. Las acciones de
cada persona en el sueño son únicas para cada una.
El hombre crea tanto el estado de vigilia como el de sueño
No hay relación entre el estado de sueño y el de vigilia. Un individuo tiene un
sueño en el cual su amigo lo molesta de muchas formas. Si al despertar en la
mañana él aborda a su amigo y le pregunta por qué lo molestó, el amigo
responderá: “¡Estás loco! ¡Yo no te he visto en absoluto!”. Esto significa que
el amigo en el sueño y las molestias que causó son autocreados por el soñador.
Todas las demás experiencias en sueños son también autocreadas. Por lo tanto,
todas las experiencias en sueños están limitadas al individuo en cuestión y no
tienen conexión con otros en el mundo real. Las alegrías y tristezas
experimentadas en el sueño son la materia del estado de sueño.
Es en el estado de sueño donde uno atraviesa las
consecuencias de las buenas y malas acciones de vidas pasadas. Esto significa
que las experiencias están relacionadas con el sukshma sarira (el cuerpo
sutil). En esto, la mente es el factor más importante.
La mente es la que crea todo
Aunque la mente es una, recibe diferentes nombres según las
diferentes funciones que realiza. Cuando está dedicada al proceso del
pensamiento, recibe el nombre de Manas. Cuando está dedicada a discernir entre
lo que es permanente y lo que es transitorio, recibe el nombre de Budhi
(inteligencia). En su papel como reservorio de memoria, se la llama Chitta.
Cuando la mente se identifica con el cuerpo, se la denomina Ahamkara (ego). Los
cuatro nombres se hallan relacionados con la mente; su aspecto combinado
constituye el Antahkarana (el instrumento interno). Así, tanto el estado de
vigilia como el de sueño son creaciones de la mente.
La mente causa tanto la esclavitud como la liberación El
tercer estado es Sushupti. Su significa bueno. Shupti significa sueño. Sushupti
significa sueño profundo. En dicho estado, la mente está ausente. Cuando la
mente no está presente, el mundo también está ausente. En ausencia del mundo,
no hay experiencias de dicha y pesar. El mundo existe en tanto la mente esté
presente. La dicha y el pesar son experimentados a través del contacto con el
mundo. Por lo tanto, el mundo está asociado con la dicha y el pesar. Se dice
que la mente es la causa tanto de la esclavitud como de la liberación.
Sin embargo, hay otro estado que trasciende los anteriores:
El estado Átmico. Debido a su identificación con el cuerpo
en los primeros tres estados, el hombre olvida su realidad espiritual.
No obstante, el principio Átmico presente en cada uno es la
causa de todas las experiencias, aunque las formas físicas sean variadas. El
hombre es víctima de la ignorancia porque, olvidando su realidad Átmica, se
identifica a sí mismo con el complejo mente-cuerpo. Las olas que aparecen en un
océano parecen diferentes unas de otras, pero están constituidas por la misma
agua. Del mismo modo, aunque el hombre aparece en innumerables formas, todas
ellas son como las olas que surgen en el océano de Sat-Chit-Ananda
(Ser-Conciencia-Bienaventuranza).
Los nombres y las formas pueden ser diferentes, pero la base es la misma.
Sólo el Atma es autorrefulgente. Sin embargo, el Atma en el
ser humano está cubierta por cinco envolturas: Annamaya, Pranamaya, Manomaya,
Vijñanamaya y Anandamaya Kosas (envolturas). Como resultado, el Atma no es
fácilmente conocible. El cuerpo físico es el Annamaya kosa (la envoltura del
alimento). Las envolturas de Pranamaya (fuerza vital), Manomaya (la envoltura
mental) y Vijnanamaya (imbuida de inteligencia) forman el sukshma sarira
(cuerpo sutil). El Anandamaya kosa es el Karana sarira (cuerpo causal o
semilla). Aunque tiene el nombre de Anandamaya (bienaventurado), no es
bienaventuranza real. Es el estado bienaventurado del Atma que se refleja como
una imagen en la envoltura de la Bienaventuranza (lo causal). La mente es como
la Luna, que no tiene luz propia. Sólo el Atma es autorrefulgente.
Esta luz es la que ilumina el cuerpo, la mente, el Budhi y
los sentidos y los dota de conciencia. Chaitanya (la Conciencia Átmica) es la que hace que el
cosmos funcione. Esta Conciencia es la base de toda la creación, consistente en
objetos animados e inanimados. Todo lo que es experimentado por el cuerpo y la
mente no tiene conexión real con el Atma. Dependiendo de la luz que proviene
del sol, muchas personas realizan diferentes acciones. Algunas pueden hacer
buenas acciones y algunas otras pueden dedicarse a realizar malas acciones. El
Atma no se ve afectada por las consecuencias de estas acciones, así como el sol
no se ve afectado por las actividades realizadas con la ayuda de la luz solar.
El sol es un testigo. Del mismo modo, el Atma también es un testigo de lo hecho
por el cuerpo, la mente y otros órganos.
No obstante, el hombre, debido a su identificación con el
cuerpo y otros órganos, atribuye todas las actividades de éstos al poder del
Atma. La mente es la causa radical de todo esto. Es ella la que adopta estas formas múltiples. Por ejemplo,
si una persona construye una casa, levanta dentro de ella un dormitorio, una
sala, una cocina y demás, todas estas habitaciones separadas son para su propio
confort, pero si se derriban las paredes separadas, sólo una sala permanece.
Del mismo modo, si las paredes creadas por la mente son eliminadas, sólo se
experimentará el Atma.
El hombre puede experimentar su verdadero Ser
Si el hombre
se dedica al proceso de desechar una a una las cinco envolturas del Atma,
experimentará su verdadero Ser. Este proceso consiste en la práctica de
Sravana, Manana y Nididhyasana (oír, reflexionar en la mente y meditar en lo
Divino).
El cuerpo, la mente y los sentidos son meramente la cáscara
que encierra al grano. Cuando se quita la cáscara, sólo queda el arroz.
Mientras el hombre esté envuelto en esta cáscara, no podrá escapar del
nacimiento y de la muerte. Cuando la cáscara (en la forma de las cinco
envolturas) es desechada, el hombre se libera del renacimiento, así como el
arroz sin cáscara no puede germinar. Del mismo modo que no se necesita una
lámpara para ver el sol, no es necesario buscar al Atma cuando ésta es
omnipresente. El Atma brilla eternamente. No se requiere ningún otro sadhana
para reconocerla.
Mientras el hombre no sea consciente de su verdadera
naturaleza, estará bajo la ilusión de que el Atma se halla en algún otro lugar
remoto. Al igual que las cenizas ocultan al fuego en las brasas, la ilusión
relacionada con el cuerpo está cubriendo al Atma. Una vez que la ilusión
desaparezca, el hombre experimentará la verdadera bienaventuranza y comprenderá
la Realidad Cósmica.
Aham y Hridaya se refieren al Atma En este contexto, la
significación del uso del término “Yo” que todos emplean debería ser correctamente
comprendido. Sin el “Yo”, el mundo no existiría. ¿Qué es este “Yo”
(“nenu” en telugu)? Es la base (Uniki). Como la misma entidad básica existe en
todos los seres, se la llama Atma. También se la denomina Brahmán. Otro nombre
para ella es Hridaya (el corazón espiritual). También recibe el nombre de Aham (“Yo”). Todos estos nombres
diferentes se refieren únicamente al Atma.
Cuando se usa el término Hridaya, por lo general se
considera que se refiere al corazón físico en el cuerpo. Esto no es correcto. Hridaya no tiene limitaciones físicas. Hridaya, en el
verdadero sentido de la palabra, se refiere a aquello que es omnipenetrante.
Olvidando este corazón espiritual omnipresente, se tiende a considerar que el
corazón físico en el cuerpo es el corazón verdadero. Esto evidencia una mente
estrecha.
En el lenguaje común se usa el vocablo Aham (“Yo”) en cada contexto. Este Aham es Brahmán.
Cuando ustedes declaran:“Yo soy un jefe de familia”, la primera referencia es a sí
mismos como “Yo”. Otro dice: “Yo soy un sanyasin”. Aquí, una vez más, el “Yo”
viene primero. De igual modo, en otras referencias, el “Yo” viene primero y
luego le sigue la descripción. Cuando separan el “Yo” de la persona que lo usó,
sólo el “Yo” permanece distinto de los diferentes individuos. Esto muestra que
el “Yo” es la base para todos, cualquiera que sea su condición o forma.
Este “Yo” presente en todos es el omnipresente Atma. Como el
hombre olvida esta verdad básica, cae víctima de interminables penas y dudas.
Lo que se debería amar y apreciar es el Atma y no el cuerpo.
El Atma es la única fuente de bienaventuranza perdurable.
Las personas sienten amor por sus padres, esposas, hijos y otros parientes,
debido a la relación que los une. Sin embargo, estas relaciones son
esencialmente temporales. Al cultivar estos apegos efímeros, los hombres no
logran amar al Atma, que es omnipresente y fuente de la bienaventuranza
perdurable.
Si tienen dudas con respecto al Atma, esto se debe a que no
sienten firme amor por lo Divino. Para desarrollar amor firme por algo, ustedes
deben tener la convicción de que “eso es mío”. A menos que adquieran tal
convicción con respecto al Atma, no podrán volverse Stitaprajna (hombres de
sabiduría inmutable). No accederán a la verdadera bienaventuranza. No podrán
alcanzar el estado permanente de Realización del Ser.
Desarrollen la convicción inconmovible de que lo Divino está presente en todos
Entonces, no habrá lugar para diferencias de ninguna índole.
El conflicto y el desorden no hallarán lugar.Los gustos y las aversiones desaparecerán. Una vez que dirijan la mente hacia el Atma, habrán aprendido
el mantra supremo: “Aham Brahmasmi” (Yo soy Brahmán).
Cualquier cosa que hagan, ya sea comer, caminar o hablar,
háganla con la conciencia Átmica.
En cada persona hay dos “Yo”: el “yo” asociado con la mente
y el “Yo” asociado con el Atma. La conciencia del Atma es el verdadero “Yo”.
Cuando este “Yo” es asociado equivocadamente con la mente, se convierte en
Ahamkara (el ego). Cuando el “Yo” se asocia con el Atma, experimenta bienaventuranza
Átmica, toma conciencia de que la Conciencia Universal es Una, aunque se la
pueda llamar por diferentes nombres. Cuando eliminen el Anatma-bhava en ustedes
(es decir, la conciencia corporal), tendrán Atma-Bhava (la conciencia de lo
Universal) dentro de sí. Sin esta conciencia, todos los sadhanas son inútiles.
El vapor de agua producido por el sol se convierte en una
nube y oculta al sol mismo. Del mismo modo, los pensamientos que surgen en la
mente ocultan al Atma. Cuando la mente es eliminada sólo queda el Atma.
Para eliminar la mente y quitar las ilusiones de ella, los
deseos han de ser controlados. Sin embargo, los sadhakas de hoy no han reducido
sus deseos. Debe comprenderse que es necesario librarse del egoísmo y el
egocentrismo. El egoísmo es la causa radical de todas las aflicciones que
atormentan al hombre.
La reforma del individuo es la necesidad básica
Si el mundo
ha de ser transformado, debe comenzarse con el individuo. Sus malas cualidades
tienen que ser eliminadas. Él debe llenarse de pensamientos sagrados.
Para empezar, el individuo ha de reformarse a sí mismo. Si
no toma conciencia de su verdadera naturaleza, todos los otros logros no
servirán de nada. El hombre está explorando las regiones más distantes del
espacio, pero no se está moviendo ni un centímetro hacia la comprensión de su
corazón. ¿Es ése el viaje que debe emprender? Él debe dirigir la mente hacia
adentro. Dirigir la mente hacia el mundo externo sólo puede engendrar dolor. La
bienaventuranza perdurable puede ser alcanzada únicamente dirigiendo la mente
hacia Dios. Ése es el verdadero sadhana. Sin transformación mental, todos los
demás cambios no tienen sentido. Si no cambian sus cualidades, permanecen en el mismo
estado en que se encontraban antes. Desarrollen buenas cualidades y
santifíquense. Éste es el mensaje para todos.
Únicamente Dios es su verdadero Gurú.
Hoy es Gurupurnima. Purnima se refiere a la Luna llena con
la totalidad de sus dieciséis aspectos iluminados por el Sol. En el hombre hay
dieciséis manchas negras: los seis enemigos (la lujuria, la ira, la codicia, el
apego, el orgullo y la envidia), los dos gunas, Rajas y Tamas y las ocho clases
de mada (orgullo) basadas en el linaje, la erudición, la riqueza, la juventud,
la belleza, la posición y las prácticas espirituales. Sólo cuando el hombre se
libre de estas dieciséis malas cualidades será capaz de realizar su unidad con
Purnatva (lo Divino). ¿Quién es el que permite al hombre alcanzar este estado
de Purnatva (plenitud)?
El Gurú
Gurú es aquel que ha trascendido los gunas y que no
tiene forma. Los gurúes de hoy están llenos de cualidades de toda clase. Los
discípulos parecen ser mejores que los preceptores.
Los discípulos están haciendo sacrificios. Los preceptores
están adquiriendo posesiones. En tal situación, es difícil decir quiénes son
los gurúes y quiénes los discípulos.
Hoy, las personas tienden a ser ingenuas en su accionar.
Cada vez que ven a un anciano, le piden que les dé un mantra (mensaje
espiritual). ¿Cuál es el mantra que necesitan realmente? La comprensión de su
verdadera naturaleza. Este mantra está dentro de ellos mismos. Cada uno tiene
dentro de sí el mantra, el tantra y el yantra (el mensaje espiritual, el método
para practicarlo y el instrumento para implementarlo). Su proceso de
respiración contiene el mantra que ustedes necesitan: “So-Ham”, “So-Ham” (Bhagavan
demostró cómo ha de hacerse esto): “Yo soy Aquello”, “Aquello soy Yo”. Éste es
el mantra. ¿Cuál es el yantra (el instrumento)? Su cuerpo físico. ¿Cuál es el tantra? ¡Su corazón! Teniendo
los tres dentro de sí, ¿por qué buscar a alguien para recibir un mensaje? Es un
signo de debilidad e ignorancia.
Únicamente Dios es su verdadero Gurú. Él trasciende todos
los gunas. Está más allá de todas las formas. Es el único que puede disipar la
oscuridad de la ignorancia y encender la lámpara de Prajnanam (la Sabiduría
Suprema). Es una señal de ignorancia ir tras preceptores indeterminados
pidiéndoles mensajes.
Tengan confianza en el Atma
No vayan en busca de un gurú.
Fortalezcan su fe en el Atma.
Traten de disfrutar de la bienaventuranza Átmica.
Esfuércense por desarrollar la convicción: “Yo soy el Atma”. Ése es el
verdadero mensaje. Cuando hayan captado esta Verdad, todo lo demás será
innecesario.
Para experimentar a este Gurú, no hay restricciones de
tiempo, lugar o circunstancia. Los cambios en el tiempo existen sólo para el
hombre atrapado en la mente. Él está atado por ellos. Sin embargo, para el
hombre que ha trascendido las limitaciones del tiempo, todo permanece
inmutable. Este estado espiritual puede ser alcanzado únicamente mediante la
confianza en el Atma.
Gurupurnima es considerado el día para honrar al Gurú.
Algunas clases de gurúes dan la bienvenida a este día por ser el que les
proporciona un ingreso. Ellos pertenecen a una clase inferior.
El verdadero Gurú es sólo uno. Él es el Uno, el Dios de
dioses, que es aclamado como padre, madre, maestro, conocimiento, riqueza y
todo lo demás. Él es el Supremo a quienes ustedes deben buscar a través de su
sadhana. Sólo Dios puede transformar sus esfuerzos espirituales en una
experiencia trascendental.
Ustedes tienen la visión de lo Divino (sakshatkara). La
visión no proviene de afuera. Está dentro de ustedes, porque lo Divino es
omnipresente. Sólo la persona que se considera separada de Dios tendrá el
sentimiento de que la visión de Dios proviene de afuera. Dios está en todas partes.
Ustedes son Dios.
Dediquen cada momento de la vida al Señor. El conjunto de
cuerpo, mente y sentidos no les permite reconocer su divinidad inherente.
Ustedes se están cubriendo a sí mismos de esta forma. Son la causa de su
esclavitud a través del cuerpo y de la mente. Cuando comprendan la naturaleza
del complejo cuerpo-mente, realizarán su verdadera esencia. Es suficiente si
desarrollan la convicción de que ustedes y lo Divino son uno: “Aham Brahmasmi”.
Cultiven fe firme en esta unidad Divina mediante el amor. Ese amor los
conducirá a la realización del Ser.
Dondequiera que se encuentren, hagan lo que hicieren,
considérense a sí mismos instrumentos de lo Divino y actúen a partir de ello.
No necesitan esperar un año entero para respetar el Gurupurnima. Consideren que
cada momento de sus vidas ha de ser dedicado al Señor. Éste es el modo de
experimentar lo Divino en todo momento y lugar. Esto es verdadero Sakshatkara.
Sirvan a todos y amen a todos. Crean firmemente que lo
Divino está presente en todos y actúen constantemente según esta creencia.
Había una anciana en Uttar Pradesh, que daba muchas cosas en
caridad. Solía caminar con la cabeza gacha. Algunas personas le preguntaron por
qué inclinaba la cabeza de esa forma cuando podía mantenerla en alto debido a
la gran cantidad de dádivas que hacía a todos. Ella respondió modestamente:
“Mientras el Señor me está dando tantas cosas con Sus mil manos, yo doy todo
solamente con una mano. ¿Por qué razón he de sentirme orgullosa por lo que
hago? ¿No debería la gente sentirse avergonzada de dar a otros con una mano lo
que Dios les da con mil manos?” Por lo tanto, todos deben desarrollar el
espíritu de Thyaga (sacrificio). Deben servir a la gente con su cuerpo. Tienen
que abrigar buenos y nobles pensamientos en la mente.
Deben usar su riqueza para sostener instituciones educativas y otras instituciones que ayuden a la gente. Den comida a los hambrientos. Éste es el modo de llevar una vida útil y sublime. La vida les ha sido otorgada no para engordar. El cuerpo es el instrumento básico para la práctica del Dharma.
Deben usar su riqueza para sostener instituciones educativas y otras instituciones que ayuden a la gente. Den comida a los hambrientos. Éste es el modo de llevar una vida útil y sublime. La vida les ha sido otorgada no para engordar. El cuerpo es el instrumento básico para la práctica del Dharma.
Dediquen todo su tiempo al servicio y cumplan con su deber. Su sadhana no debe tener fines egoístas. Debe promover el
bien de otros. Renunciando al egoísmo, cultiven amor desinteresado por los
demás, santifiquen sus vidas.
~Sathya Sai Baba
Discurso en el Auditorio Purnachandra, el 7 de julio de
1990, el día de Gurupurnima.
2 comentarios:
Om Sai Ram,
Querida Angelina, me gustaría saber si puedo contactarte por otro medio. Necesito hacerte una consulta.
Sai Ram
Juanjo
Sai Ram Angelina, podrias darme la fecha exacta de éste Divino Discurso? Mil gracias
http://cantosvedicos.blogspot.com/
El Impacto del Canto Védico: Impacto al Nivel del Sonido
Cada mantra tiene su propia vibración sonora o patrón de resonancia. La pronunciación correcta y la entonación adecuada del canto genera el patrón de resonancia, el cual beneficia al cuerpo, la mente, las emociones e intelecto de quien canta. Cada célula de la persona, en los niveles del cuerpo, la mente, la emoción y el intelecto, es refinada, recargada y rejuvenecida.
Es así que, aunque no se entienda el significado, el entonar y escuchar los cantos Védicos crea vibraciones sonoras que influyen totalmente en nosotros -nuestro cuerpo, mente y emociones- cabeza, corazón y manos. La inclinación del cuerpo es la de estar en armonía consigo mismo. Cuando este ritmo y armonía naturales del cuerpo son perturbados, se producen enfermedades y desórdenes. No obstante, cuando las vibraciones del canto resuenan dentro de nuestros cuerpos, las células mismas responden; resuenan con la vibración pura de los mantras como para poder restaurar la armonía. Además de la persona que canta, el canto Védico produce un impacto beneficioso en los auditores, el lugar y todo el ambiente.
Este yagya no es meramente para unos pocos individuos, es para el mundo entero. Los mantras entonados aquí se habrán mezclado con el aire y difundido por el universo entero. Estos sagrados sonidos han entrado en nuestros corazones y los han purificado. Por lo tanto, no piensen que los mantras cantados en este yagya estén limitados sólo a ese lugar. Se han difundido hacia todo el mundo.
Baba durante el Athi Rudra Maha Yagya
de agosto de 2006
Querida Fernanda, me equivoqué. No me lo mandó Cristina, sino que lo extraje de éste blogs de Vedas, que consulto desde hace mucho. Yo también lo buscaré en los once Discursos del Ati Rudra. Sai Ram 🤗🥰🙏🏼🧡
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