Todas las cosas de este mundo,
orgánicas e inorgánicas,
están llenas de Dios.
Disfrútalas renunciando a ellas.
Mantente desapegado;
no desees las riquezas de los demás
porque para una persona como tú,
que desea vivir cien años
inmerso en las actividades del mundo
mientras cree ser "el que las hace",
no hay más camino que éste:
el camino del vivir sin ser manchado
Los asuras, los demonios,
son aquellos que se hallan envueltos
en la oscuridad del conocimiento de sí mismos.
Los que matan al Yo
se dirigen tras la muerte al mundo de los asuras.
Ese elemento espiritual supremo,
-el atman-
es inalterable por naturaleza y
más rápido que la mente.
Los sentidos no pueden alcanzarle, porque les precede a todos.
En su quietud, sobrepasa todo lo que tiene movimiento.
Solamente en su presencia,
gobierna el aire todas las actividades de los seres vivientes.
El elemento espiritual supremo
es móvil pero también inmóvil.
Está lejano y también cercano.
Se oculta en todo
y también se encuentra en el exterior de todo.
Aquél que ve en sí mismo
el mundo entero de objetos animados e inanimados
y el que también se ve a sí mismo
en todos los objetos animados e inanimados,
no odia a nadie.
¿Qué pesar o apego
puede haber para un alma realizada,
para un hombre de sabiduría,
si todos los objetos del mundo, animados e inanimados,
se han convertido en él mismo,
si ve la unidad dondequiera que dirija su mirada?
Todo lo permea,
es lo más puro,
no tiene cuerpo,
es indestructible,
no tiene tendones,
es inmaculado,
sin pecado,
lo ve todo,
lo sabe todo,
es lo mejor de lo mejor,
y se ha generado a sí mismo.
Aquellos que siguen el camino de la ignorancia,
se adentran en la oscuridad;
aquellos que se absorben en el conocimiento,
se adentran en una oscuridad aún mayor.
Mediante vidya, dicen,
se obtiene un resultado,
y mediante avidya, otro.
Así lo hemos escuchado de los sabios
que nos lo han explicado.
Aquél que conoce ambos, vidya y avidya,
mediante avidya supera la muerte y
mediante vidya, experiencia la inmortalidad.
Aquellos que están absortos en la satisfacción
de la prakriti -la naturaleza manifiesta-
entran en la oscuridad;
aquellos que están absortos en la satisfacción
de la prakriti oculta -la naturaleza inmanifestada-
entran en una oscuridad aún mayor.
Se ha recalcado que los frutos
obtenidos al rendir culto al Brahma manifestado
son distintos de los obtenidos
mediante la reverenciación de Brahma inmanifestado.
Lo hemos escuchado de los sabios
que lo sabían y nos lo explicaron.
Aquél que conoce al Brahma inmanifestado
y al mismo tiempo al Brahma manifiesto,
habiendo superado la muerte mediante el culto al Brahma manifiesto,
alcanza la inmortalidad mediante el culto al Brahma inmanifestado.
El rostro de ese Brahma,
sentado en medio de la refulgente luz,
se encuentra cubierto con una cortina de oro.
¡Oh, Señor!
Apártala para que yo, buscador de la Verdad,
pueda alcanzar lo Supremo.
¡Oh, Sol
que nutres y sostienes el mundo!
¡Oh solitario viajero del cielo!
¡Oh Yama, oh Sol, oh Sol de Brahma!
Te suplico retires tus rayos.
veo tu aspecto, pleno de gracia y bondad.
Yo soy aquél que está sentado en el círculo de los soles.
Deja que ahora mi espíritu encuentre al Absoluto
que lo permea todo a través del aire vital,
y deja que mi cuerpo quede reducido a cenizas.
¡Oh mente llena de ego y deseo!
recuerda ahora tus pasadas acciones,
recuerda lo que has hecho.
¡Oh Fuego!
Condúcenos por el camino correcto.
¡Oh Dios,
conocedor de todo conocimiento
y de toda acción!
Destruye nuestros falsos pecados.
Nos postramos ante ti infinidad de veces.
AUM.
Eso es perfecto
y esto es perfecto,
porque solamente la perfección nace de la perfección.
Y cuando de lo perfecto
tomamos lo perfecto -¡date cuenta!-
lo restante es perfecto.
AUM,
Paz, paz, paz.